sábado, 14 de octubre de 2017


Santa drusa

SIT ZAHAR O SIT EM SLAIMEN

La princesa Zahar Abou El Lamah
   La princesa Zahar Abou El Lamah, quien a la postre se convirtió en la venerada Sit Zahar, también conocida como Sit Em Slaimen, una dama, quien por ser una doncella santa, pura e inmaculada se convirtió en la santa de Salima.

   Pero quien fue Sit Zahar, una dama ejemplar, llena de milagros personales y espirituales, muy adorada por los lugareños, que tuvo que huir de su castillo en Salima para poder salvar la vida, ya que sus hermanos le habían decretado su muerte, al rechazar ella su conversión al cristianismo.

   Sit Zahar, no es más que la princesa Zahar Abou El Lamah, nacida en la villa de Salima, poblado situado en los Altos del Matn en plena cordillera del Monte Líbano, y formaba parte del ya desaparecido estado autónomo del Emirato del Monte Líbano (que dio origen al Líbano actual), proveniente de una noble familia de príncipes asentados en varios pueblos de la región de El Maten, con su centro de poder en el pueblo de Salima, que llegó a ser la capital de su pequeño emirato en todo el Maten, tanto norte como sur, desde el siglo XVII hasta el siglo XIX.

   Esta venerada dama, hoy la Santa de Salima, falleció el 15 de agosto de 1854, inmediatamente después de repartir sus tierras heredadas de su familia en Salima, a las dos familias drusas de la villa, los El Masri y los Said.

   Pero quien es esta digna y venerada doncella que hizo conmover no solo a las familias druzas de ese pueblo, sino a todos los drusos y cristianos de la comarca. era hija de la estirpe de príncipes de los Abou El Lamah, que siendo una de las primeras familias que aceptaron el llamado a la Doctrina del Unitarismo o del Tawhid, con el tiempo, y solo por asuntos políticos, más que religiosos, se cristianizaron a partir del año 1756, ya que eran el ala militar de los gobernantes príncipes Shehab, Emires del Gran Monte Líbano (el estado nacional), por ello, los Abou El Lamah comienzan a perder poder en la región drusa de El Maten, gracias a las deserciones a la cristiandad, siguiendo los pasos de los príncipes Shehab, lo que logran el enfurecimiento de los drusos de la comarca a mediados del siglo XIX, en especial en Salima y sus alrededores.

   Durante esta etapa, los príncipes Abou El Lamah trasladaron su centro de poder una vez convertidos al cristianismo, ya que los drusos comienzan a rechazarlos y gracias a sus presiones, estos comienzan a emigrar y refugiarse entre los cristianos en Bikfaiyah, otrora una ciudad mixta druso cristiana y para entonces de mayoría cristiana maronita.

    Los últimos Abou El Lamah drusos estaban aun en Salima, pero igualmente éstos abrazaron el cristianismo, al igual que el resto de sus parientes, cerca del año de 1832, con excepción de una hermana de ellos, la valerosa princesa, Zahar Abou El Lamah, quien rechaza la conversión y se queda en el castillo de Salima, como única dueña y señora.

   La Princesa Zahar, avergonzada por la conversión de sus hermanos y demás parientes, se opuso a las políticas del Emir Bashir II Shehab (ya cristiano para la época) y permaneció fiel a sus principios, fiel a la fe del Tawhid, abrazando con mayor profundidad sus principios hasta convertirse en una iniciada de la Fe, purificada en cuerpo y alma, alcanzando el sitial de Sacerdotisa o Shaija. 

   Sus hermanos dejan Salima y se trasladan a Bikfaiyah (al norte de Salima), donde estaban gran parte de sus parientes, sobre todo por temor a represalias de sus antiguos correligionarios drusos, de esta forma, la Princesa Zahar se queda sola en el castillo familiar en la villa de Salima (Castillo de los Abou El Lamah).

   Desde Bikfaiyah sus hermanos comenzaron las presiones y amenazas para que ella también se convirtiera, pero al no lograr sus propósitos, envían a sus soldados para capturarla y si es posible con el costo de su vida.

 La Princesa Zahar, a pesar de los planes de sus hermanos, se mantuvo en su religión y en su honor, logrando al poco tiempo el respeto y la admiración de los drusos de su comarca, en especial de la familia El Masri y de la familia Said, incluso de los vecinos como los Hilal, los Aawar, Boul Hosn, Makarem, entre otros, a tal punto que por ser una inmaculada la comenzaron a venerar como a una dama consagrada y santa.

 
 
 
Salima, Líbano: Castillo de los emires Abou El Lamah,
mejor conocido como Castillo de Salima.

 

LA PRINCESA ZAHAR SALVA MILAGROSAMENTE SU VIDA.

 
   Como ya se señaló, los hermanos de la princesa Zahar abou El Lamah, se trasladaron a Bikfaiyah, donde estaban gran parte de sus parientes buscando la seguridad, y sobre todo por temor a represalias de sus antiguos correligionarios drusos, la Princesa Zahar quien no aceptó la conversión se queda en el castillo familiar en la villa de Salima,

 Bikfaiyah, pueblo al otro lado (norte) del valle del río Salima o Beirut, (*el río Salima al unirse con el río Arsoun forman el Río Beirut que desemboca en el Mar Mediterráneo a nivel de la ciudad del mismo nombre).

  Desde Bikfaiyah sus hermanos comenzaron las presiones y amenazas para que ella también se convirtiera, pero al no lograr sus propósitos, envían a sus soldados para capturarla y si es posible con el costo de su vida, o sea hasta tal punto que la persiguieron para tratar de matarla.

    De esta manera la Princesa Zahar advertida de esta maniobra, comienza su angustia como lo era el de escapar de los soldados de sus propios hermanos y salvar su vida, abandonando el palacio y sale de Salima hacia el sur para ocultarse en los bosques cercanos, los soldados al encontrar el lugar vacío inician el rastreo de sus pasos, obligándola a adentrarse en un estrecho valle entre Salima y Arsoun, cuyo fondo pedregoso y escabroso era recorrido por las nacientes del Río Arsoun, y tras casi ser alcanzada por estos, ella milagrosamente, encuentra a un rebaño de ovejas que estaban pastoreando en un claro y se oculta entre ellas.

   Los soldados notaron a la Princesa esconderse en el rebaño y la rodean, pero increíblemente no logran capturarla, por más que movieron a estas ovejas. Estos  soldados, cansados de moverlas y buscar entre ellas, abandonan la busqueda, lo que es aprovechado por la Princesa para huir del lugar más hacia el sur, hacia Arsoun.

   Pero en su camino hacia el pueblo de Arsoun, de población mixta druso, ortodoxo y maronita, tuvo que ascender por la ladera sur del estrecho valle y por esto, avistada por sus perseguidores, quienes se encontraban en la ladera norte del pequeño valle, estos reinician la marcha tras ella, al poco tiempo, casi alcanzan sus pasos pero la noble doncella logra ganar las alturas de la vertiente montañosa entre Arsoun y Ras El Maten, y descubre una pequeña cueva donde penetra para ocultarse. Increíblemente, más bien milagrosamente, la entrada de esta caverna natural es cubierta por unas lianas llenas de hojas que ocultan la cueva. Los soldados cansados de revisar las paredes y laderas de ese lugar montañoso y de hurgar entre las lianas, no consiguen dar con la entrada por lo que abandonan y se retiran del lugar, regresando a Salima.
 
Salima, Líbano: mapa donde se ubica la villa de Salima.


   La Princesa Zahar pasa la noche en esa cueva, y al día siguiente, al no ver a sus perseguidores sale de la caverna y da unas vueltas a su alrededor, al no encontrarlos, regresa a Salima.

   Hoy día se conoce a esta caverna, ubicada cerca de Ras El Maten es conocido como la Cueva de Sit Em Slaimen.

   La Princesa Zahar, al llegar a la villa, observa que el castillo estaba ocupado por los soldados, por lo que busca refugio entre las familias druzas cercanas al castillo, estas familias son miembros de la Casa El Masri, quienes la cobijan y la protegen en sus seguidores en sus propios hogares.

   Al pasar unos días, al notar que los soldados instalados en el castillo cesaron su búsqueda, los El Masri la instalan en una vivienda abandonada del sector conocido como Harat El Fauka (Sector de los Altos), e igualmente la protegen. Antes, reparan la precaria vivienda, la amueblan sencillamente y así la princesa pudo instalarse en el lugar. Esta casa estaba a escasos metros de Harat El Nur, donde se encontraba el Castillo, ya que su nuevo hogar colindaba con ese sector, que se encontraba más abajo, en la villa.

   Días después, los soldados se percatan de la presencia de la Princesa en la Villa y tras recibir órdenes de sus superiores, avanzan hacia la casa donde se escondía, que por ser una precaria vivienda, poca o ninguna defensa tenía, sólo las puertas, ventanas y techo fueron reparadas por los El Masri, para poder ser habitada por esta noble doncella.

   Allí ella se apertrecha, y los soldados de los emires, por más que intentaron derribar su puerta o de forzar sus ventanas, no logran penetrar a su interior.

   Estos soldados se sorprenden de este hecho, quedaron maravillados, no podían explicarse lo sucedido, de cómo una precaria casa, con puerta y ventanas de madera pudo resistir sus embates, para ellos esto era un milagro, Dios no quería que la tocaran, y sumados a los otros sucesos milagrosos acaecidos durante su persecución desde Salima hasta más allá de Arsoun, si se quiere son hechos extraordinarios, abandonan el lugar y se resguardan en el Castillo (Saraya), días después salen de Salima hacia Bikfaiyah, para nunca jamás regresar a ella.

   La Princesa con los días abandona su milagroso refugio y regresa al palacio (Saraya), pero otro hecho repugnante viene de sus hermanos, una vez más, estos disponen del palacio y lo venden, obligando a la Prinesa Zahar a abandonar su hogar, y no tuvo más remedio que volver a aquella casaen Harat El Fauka que le sirvió de refugio y abrigo.

Salima, Líbano: Casa que le sirvió de refugio y vivienda en la villa.


DE PRINCESA A SANTA DE SALIMA.

 
   Con el tiempo, la Princesa se dedica al rezo y la meditación buscando siempre en lo profundo de su fe, con el tiempo se convierte en una verdadera sacerdotisa, ayudando a quienes pedían de su auxilio, orientación y favores, muchos de ellos buscaban respuestas, otros buscaban orientación y los más creyentes buscaban milagros, y no sólo los que venían en busca de sus concejos eran de la familia El Masri, sino también de la familia Said y de otras familias druzas de villas y pueblos cercanos como Qarneyil, Bzibdine, Arsoun, Ras El Maten,  por lo que la gente de la región comenzaron a llamarla cariñosamente con el nombre respetuoso de Sit Zahar.

   Con los años, muchas de estos auxilios y orientaciones de fe, se convirtieron en verdaderos milagros, muchos de ellos morales, otros espirituales, por lo que a la Princesa Sit Zahar, se le comenzó a llamar con el respetuoso y excelentísimo nombre de Sit Em Slaimen*, como respeto y consideración, Este honorable nombre, Sit Em Slaimen (Madre de Slaimen) es debido a un título de respeto en honor a ella como madre de una lumbrera o divinidad espiritual drusa.

   A Sit Zahar o Sit Em Slaimen se le considera una mujer de principios, de honor, cuya santidad fue creciendo entre sus vecinos y creyentes hasta el final de sus días.

   A pesar de que ella era un ser religioso, que nada le importaba lo material, tenía a su haber, además de la casa donde se refugiaba, abundantes tierras en la Villa de Salima y alrededor de ella, de su propia herencia provenientes de las tierras de su familia los Abou El Lamah, que finalmente la dejaron en paz, a pesar de que anteriormente sus hermanos la despojaron de su Castillo (Saraya) y de las tierras vecinas en Harat El Nur (ubicadas arriba de la fortaleza).

   Su hogar ahora ya no sería el Castillo, sino la casa que los El Masri le había entregado, ubicado en el sector conocido como Harat El Fauka (Sector de los Altos), a escasos   metros de Harat El Nur, donde se encontraba el Castillo, ya que su nuevo hogar colindaba con ese sector, que se encontraba más abajo, en la villa, allí ella se refugió de los soldados de sus hermanos, y a pesar que era una casa, no pudieron entrar en ella, y allí finalmente permaneció por siempre, convirtiéndose en un calido hogar y en un pequeño centro de peregrinación,

    Sus hermanos, con el tiempo, disponen del palacio supuestamente por problemas económicos y lo venden hacia el año de 1840 a los cristianos Capuchinos, junto a las tierras de Harat El Nur, Los frailes Capuchinos se instalan en ese Palacio y luego comenzaron a construir en esas tierras cercanas un convento, una iglesia y una escuela, con la intención de apoyar y fortalecer a la población cristiana en la villa y en la región de mayoría druza.

   Durante la Guerra civil druso-cristiana de 1840 y 1860, el Convento de los Capuchinos fue incendiado, pero por iniciativa europea se obligó a los drusos su reconstrucción y así se hizo, y hasta la fecha, tanto el Convento, como la Escuela y su iglesia persisten en poder de los frailes Capuchinos.

   En el año 1882, los Frailes Capuchinos, finalmente los capuchinos, sin abandonar sus otras propiedades, debido a problemas económicos venden el Castillo al acaudalado Antón El Asmar de Bikfaiyah. Éste a su vez, a principios del siglo XX, vende la propiedad al Sr. Nagib El Asmar, y este a sus herederos hasta que estalla la Guerra Civil Libanesa en el año 1976, abandonando la fortaleza, que sufre los desmanes de los continuos saqueos. A finales de la Guerra en 1990, El Ministro Walid Jumblatt adquiere la propiedad para el gobierno, para su posterior reconstrucción y conversión en Museo, como un patrimonio nacional.

 
SU HERENCIA A LOS DRUZOS DE SALIMA.

    Años después, en 1854, Sit Zahar ya mayor y sintiéndose enferma, además de ser una mujer pura de cuerpo y alma, estando preparada para los últimos deseos de Dios, deja testamento donde pidió que al fallecer no ser sepultada en el panteón en el cual yacen sepultados sus parientes y hermanos. 

   Cuando se acercaba los días de su muerte, Agosto de 1854, llama a una asamblea local a los representantes de la familia El Masri y Said, ya que quería repartir sus propiedades conformada por extensas hectáreas de tierras en Salima y sus alrededores, con excepción del Saraya o el Palacio, que ya había sido vendida por sus hermanos.

   Una vez reunidas ambas familias (sus líderes y jefes de clanes o casas), les expresa sus deseos de compartir su herencia con ellos, ya que no deseaba dejarlos en manos de sus parientes, ya avanzada la tarde de ese día, aceptada la propuesta por ambas familias, entrega a la familia Said las tierras que quedaban hacia el norte (abajo) y al este del poblado, tomando como referencia la ubicación del Palacio, mientras que a la familia El Masri les entrega las tierras que quedaban hacia el oeste y hacia el sur (Hacia arriba lo que correspondía el Harat el Fauka y Duhur Salima), respetando las casas y tierras de los cristianos, incluso el convento e iglesia de los capuchinos ya construidos para la época, gracias a la transacción echa por sus hermanos.
 
   Ese día ya de noche, se retira a sus aposentos, donde comenzó a meditar y analizar la situación creada por ella, al repartir dichas tierras a ambas familias apreció que había entregado más tierras a los El Masrí que a los Said, como ella quería quedar bien con su conciencia y honorabilidad, y a su vez evitar futuros enfrentamientos, ya que históricamente ambas familias eran enemigas por un hecho de sangre ocurrido en el Siglo XVII, incluso políticamente estaban divididos entre los partidos drusos Youmblatis los primeros y Yasbakis los segundos, vuelve reunir a ambas familias a los días (las crónicas dicen que fue al día siguiente) donde una vez estando todos presentes, expresó su preocupación y aportó sus nuevas ideas, en la que dividía más equitativamente sus tierras entre ambos.

   La familia El Masri no se rehusó a su petición y aceptaron en volver dividir dichas tierras. Sit Zahar expresó que las tierras del Duhur Salima (Altos de Salima) que quedan en la parte alta, al sur del pueblo, eran muy extensas y quería dividirlas en dos grandes extensiones, las del este para los Said (hacia Qarneyil) y las del oeste para los El Masri (hacia el Blat Salima), y así fue acordado y aceptado. Una vez logrado este acuerdo, ella se retiró a sus aposentos.
 
   La Princesa Zahar o Sit Zahar como era conocida, estando en sus aposentos, fallece a los pocos días, exactamente el 15 del mismo mes de Agosto de 1854, lo que hizo conmover no solo a ambas familias sino a todos los drusos y cristianos de la comarca.
 
   Ambas familias, una vez más, se reúnen para rendir un tributo póstumo a Sit Zahar, (Sit Em Slaimen), para luego ser sepultada en un recinto construido para albergar sus restos cerca del Ain el Kamar (Manantial de la Luna), ubicado a pocos metros al oeste del castillo, en la parte central del pueblo conocido como Harat el Nosani (las tierras del medio) de Salima, y no en el panteón familiar de los Abou El Lamah, tal y como fue su deseo, este recinto quedaba a un lado del antiguo cementerio de los Abou El Lamah.
 
   Con el tiempo en ese recinto creció de entre sus entrañas un gran roble (Balut), único en el paisaje montañoso de Salima, lleno de cedros de Esnaubar, Higos, Manzanas y arbustos frutales como moras y cerezas, y con el tiempo se convierte en un mausoleo para recibir los restos de los El Masri y Said.

  
Salima, Líbano: El santuario viejo del Cementerio o mausoleo de la santa Sit Zahar, cubierto por las ramas del gran roble que nació en sus cimientos.

    Hoy día, aún existe dicho mausoleo o panteón, aun utilizada por ambas familias, en la misma existe un monumento de piedra y encima de ella una gran lámpara de cristales y porcelana en honor de Sit Zahar o Sit Em Slaimen como más se conoce, siendo venerada hasta nuestros días no solo por dichas familias de Salima, sino por otras familias drusas de pueblos vecinos, donde llegan, unos caminando descalzos, otros en vehículo, otros de rodilla a pedir y pagar promesas, prender velas y dejar sus ofrendas, siendo una Santa, una virgen caritativa y milagrosa.

 
Salima, Líbano: El mismo árbol de roble cubriendo al nuevo santuario mausoleo de Sit Zahar que nació en sus cimientos. 

  La casa que sirvió de refugio a Sit Zahar, fue refaccionada después de su muerte, ampliándose al construirle un segundo piso que sirve hoy de Templo Druso (Maylis), en la parte de abajo es sede del consejo familiar de la Casa El Masri así como de la Banda Marcial de Salima coordinada por esta misma familia, famosa en la región del Monte Líbano, incluso hasta nuestros días. 

Salima, Líbano: La casa donde vivió la santa de Salima, Sit Zahar.
 

Salima, Líbano: La casa de Sit Zahar, hoy convertida en Majlis o Templo Druzo.
 
   Los creyentes la visitan con regularidad, después de 163 años de su muerte, y no solo piden promesas para sus vidas, para su salud, para sus familias, sino que también se ha hecho tradición el de prender velas en el panteón donde se hallan sus restos,  pedir la promesa o auxilio e ir alternando con rezos y dando vuelta al monumento de piedra y porcelana que la representa, algunas de ellas milagrosamente cumplidas, igualmente estos creyentes pagan sus promesas prendiendo más velas, dan sus  vueltas, e incluso dejan sus donativos.

   La Princesa Zahar Abou El Lamah, o Sit Zahar, mantuvo su honor y su Fe hasta el final de sus días, ya que en vida fue logrando al poco tiempo el respeto y la admiración de los drusos de su comarca, en especial de la familia El Masri y de la familia Said, a tal punto que por ser una santa la comenzaron a venerar como a una dama consagrada y milagrosa.

   Honor a quien honor merece, y Sit Zahar es una de ellas, una santa druza de las hermosas montañas libanesas.

 
Referencias
 
1.- Abou El Lamah, son una antigua familia de príncipes (emires) druzos de la provincia de El Maten, Monte Líbano, muchos de ellos cristianizados asentados en la ciudad de Bikfayah, al norte de dicha región.

2.- La región de El Maten, queda en el centro de la cordillera del Monte Líbano, al este de Beirut, hoy dividida, una parte formando el municipio de El Maten y la otra, Los Altos de El Maten al sur formando parte del municipio de Baabda, del actual estado de Monte Líbano, República de Líbano

3.- Salima, pequeño pueblo de mayoría druza, ubicada en la región de los Altos de El Maten, Monte Líbano, donde tuvieron su centro de poder los príncipes Abou Lamah desde el siglo XV al XVIII, con palacios en este pueblo, así como en Arsoun, Ras El Maten y Bikfayah.
 
 

Bibliografía:

·         Archivo y documentos nacionales de Salima y de la Familia El Masri
·         Historia de la Familia El Masri de Monir A. El Masri (sin editar).
·         Historia del Líbano, de Jacques Nantes, Editorial Oceanidas, Caracas 1964.


Escrito por:
Dr. Monir A. El Masri
Valencia – Venezuela.

 

Salima, Líbano: Santuario mausoleo de la santa druza Sit Zahar, atrás se aprecia el árbol de roble que nació de las entrañas de la tumba de la santa.
  
Salima, Líbano: Santuario mausoleo de la santa druza Sit Zahar
 
Salima, Líbano: Otro ángulo del santuario mausoleo de la santa druza Sit Zahar
 
Salima, Líbano: Monumento en honor de la santa Sit Zahar, dentro del santuario.
 

Salima, Líbano: Monumento en honor de la santa Sit Zahar, dentro del santuario.
Salima, Líbano: Otra toma del monumento en honor de la santa Sit Zahar, dentro del santuario.
 
 
Salima, Líbano: Vista de la placa conmemorativa en forma de obelisco en la parte externa este del Santuario de Sit Zahar, en honor a los caídos de las familias El Masri, Said y otros durante la masacre de Salima en 1976, como parte de la guerra civil libanesa (1975-1990).
 

Salima, Líbano: Hermosa vista nocturna Santuario de la santa druza Sit Zahar

Salima, Líbano: Otra toma nocturna desde arriba del Santuario de la santa druza Sit Zahar, así como la placa conmemorativa en recuerdo de los caídos drusos de la villa durante la guerra civil (1975-1990).

 
Salima, Líbano: toma nocturna de la placa conmemorativa en recuerdo de los caídos drusos de la villa durante la guerra civil (1975-1990), al fondo el santuario de Sit Zahar.
 
Salima, Líbano: Otra toma nocturna de la placa conmemorativa en recuerdo de los caídos drusos de la villa durante la guerra civil (1975-1990), al fondo el santuario de Sit Zahar..

 

SALIMA, LÍBANO.
SANTUARIO MAUSOLEO EN HONOR A ZIT ZAHAR (SIT EM SLAIMEN) 

   Hasta inicios del siglo XXI existía un mausoleo o panteón, que era el antiguo cementerio de los Abou El Lamah y sus soldados, pero que tras morir Sit Zahar Abou El Lamah sirvió de mausoleo para ella y para familias druzas de los El Masri y los Said, allí estaba en la parte alta y al nivel de la calle un santuario sencillo, techado, con escasas paredes perifericas y en su parte central el monumento de piedra y mármol, encima de ella una gran lámpara de cristales y porcelana en honor de Sit Zahar (Sit Em Slaimen), siendo venerada hasta nuestros días no solo por dichas familias de Salima, sino por otras familias drusas de pueblos vecinos, donde llegan, unos caminando descalzos, otros en vehículo, otros de rodilla a pedir y pagar promesas, prender velas y dejar sus ofrendas, siendo una Santa, una virgen caritativa y milagrosa. 
   Actualmente existe una nueva construcción de un gran mausoleo sobre el antiguo panteón de Sit Em Slaimen, que además sirve de cementerio a las familias druzas. La obra fue iniciada en el año 2012, respetando el árbol de Roble, único en Salima, que nació de los cimientos de la tumba de la venerada santa, actualmente esta pegado a uno de las paredes de atrás del Panteón, al igual el adorno que simboliza a la virgen ubicado dentro del gran salón.


   Los creyentes no solo piden promesas para sus vidas, para su salud, para sus familias, con la costumbre de prender velas en el panteón donde se hallan sus restos pedir la promesa o auxilio eh ir alternando con rezos y dando vuelta al monumento de piedra y porcelana que la representa, algunas de ellas milagrosamente cumplidas, igualmente estos creyentes pagan sus promesas prendiendo más velas, dan sus vueltas, e incluso dejan sus donativos.
   Esta construcción es de platabanda y piedra, que techa al antiguo cementerio y cubre al panteón de la virgen, allí se construirá varios ambientes, internos y externos, para la comunidad de los fieles. En uno de sus extremos queda la gran lápida en granito y mármol en honor a los mártires druzos de Salima, caídos durante la invasión de la falange en septiembre de 1977 y el resto de la Guerra Civil Libanesa (1975-1990), enterados en el lugar. 
   Una anécdota que merece ser reseñada es que el panteón donde se halla los restos de Sit Em Slaimen y que sirve de descanso póstumo a los El Masri y Said, aún existe el árbol de Roble, de gran tamaño y más frondoso que nunca, que durante la guerra civil libanesa (1975 -1990), por ser Salima línea del frente de batalla de las milicias nacionalistas, progresistas y drusas, mientras que al otro lado del profundo valle se encontraba Bikfaiyah, Bait Mery y otros poblados en manos de las fuerzas de la Falange (Kataeb) y de extrema derecha, quienes desde esas posiciones atacaron sin piedad, a diestra y siniestra, con sus proyectiles y morteros a la villa de Salima, incluso llegaron a reducirlas a escombros en 1976.


 Con sus continuos ataque, también querían destruir el Panteón de Sit Em Slaimen, pero lo asombroso del asunto es que durante todos esos años, a pesar de los fuertes bombardeos, ningún proyectil toco el monumento, ni tampoco el frondoso árbol, pero si sus alrededores, las viviendas cercanas y una iglesia vecina, situado al otro lado de la estrecha calle arriba de dicho panteón, increíblemente las viviendas y esta iglesia fue literalmente acribillada y ningún rasguño sufrió el panteón de Sit Em Slaimen. 

 Hoy día, el Santuario mausoleo de Sit Zahar se ha convertido en un santuario de veneración, por las solicitudes y promesas cumplidas por los creyentes, tanto drusos como cristianos, no solo de salima, sino de seguidores venidos de varias latitudes, cuya  remodelación, fue efectuada con el fin de mejorar y aumentar la capacidad con una enorme inversión para convertirse en un hermoso templo de veneración.

 
   El nuevo santuario de Sit Em Slaimen, cuya remodelación y ampliación en su estructura tanto interna como externa, incluye fachada con ventanales y puertas al estilo libanés, quedando anexo a ella el antiguo cementerio y el gran y único árbol de roble de la región, que por más de 160 años ha aguantado los embates de las guerras.
 

    La remodelación fue financiado, en parte por ella misma, producto de la venta o subasta de las tierras que ella repartió a las familias druzas de Salima (los El Masri y los Said), además de la venta de los productos que dan esas tierra, en cuanto a madera de pino (snaubar), de su fruto (piñones) conocido por los libaneses como el oro negro, más de las donaciones de los creyentes que visitan su santuario. Al finalizar la construcción la inversión total ha sido de 125.000 dólares, a parte de los donativos como muebles, puertas, ventanas, lámparas, donados por miembros de la familia.   

 

Escrito por:

Dr. Monir Afif El Masri.

Valencia – Venezuela.

 



 Salima, Líbano: Hermosa vista nocturna Santuario de la santa druza Sit Zahar

Salima, Líbano: Hermosa vista nocturna Santuario de la santa druza Sit Zahar

Salima, Líbano: entrada al Santuario de la santa druza Sit Zahar
Salima, Líbano, monumento en honor a lSit Zahar en el interior del santuario

 Salima, Líbano, monumento en honor a lSit Zahar en el interior del santuario
 
 

 

 


 



Salima, Líbano: El Santuario Mausoleo de Sit Zahar en sus áreas externas.


Salima, Líbano: El Santuario Mausoleo de Sit Zahar en sus áreas externas.

 
Salima, Líbano: El Santuario Mausoleo de Sit Zahar en sus áreas externas.

 


Salima, Líbano: El árbol de roble que nació en los cimientos del santuario y tumba de los drusos y de Sit Zahar, es el único roble en toda la región de Salima.


 Salima, Líbano: El árbol de roble que nació en los cimientos del santuario y tumba de los drusos y de Sit Zahar.

Salima, Líbano: El árbol de roble que nació en los cimientos del santuario y tumba de los drusos y de Sit Zahar.